EL BLOG DE DAHKZINE

 No, este texto no tiene mucho que ver con el asunto de nuestro amado metal y aunque pude haber decidido escribir sobre alguna banda, algun concierto ó algun subgenero dentro del amplio espectro de la música extrema, me incliné por escribir sobre una serie y que mejor que una con la que muchos metalheads se identifican o simplemente les agrada la temática de los zombies, además, soy el editor DahkZine y me dió la regalada gana hacerlo, ¡Já!

He seguido la famosa serie de AMC y sin ningun empacho les puedo asegurar que me atrapó desde el epísodio 1 de la primera temporada, fue algo practicamente inmediato, causó una fascinación casi instantánea observar los desolados parajes, carreteras de una tierra desquebrajada por un evento inédito, catastrófico, terrorífico. A medida que avanzaba la serie y sus capítulos, la mente de muchos espectadores (incluída la mía) iba dimensionando la magnitud de la problematica dentro de esta tierra barrida en toda su geografía por un virus letal, ante esta realidad corrosiva y amenazante, los eventos y acontecimientos se centran en Atlanta, una ciudad americana en la cual encontramos a varios personajes involucrados en la trama, en especial, uno muy interesante  llamado “Rick Grimes”, a partir de ahí, vaya viacrusís, si es que hay alguna otra palabra que defina mejor el panorama tan putrefacto.

No se confundan, mi intención no es escribir una nota más sobre la serie ó lo exitósa que ha sido y que continua siéndolo, salvo algunas excepciones (acaba de terminar la 6ta temporada) y no ha dejado muy contentos que digámos a muchos de los fans del programa, me inclino por un 45%, no es chiste.

Tengo algunas preguntas y me siento mas que obligado a irlas ordenando en mi cabeza antes de lanzarlas a todos los que lleguen a este blog y se tomen el tiempo para leer esta pieza, debo aclarar que no leo el comic, he echado un vistazo, no muy a conciencia del trabajo que realizó Robert Kirkman con respecto al mismo y debo decir que no conocía la historia, fue la serie la que me orilló a buscar el comic, repito, no muy a conciencia ya que mi interés recae y se centra en la serie, nada mas y nada menos. He sufrido, al igual que muchos seguidores del show, sí, he estado al borde de mi asiento, en suspenso en unas temporadas más que en otras y sudando profusamente, he maldecido en varias ocasiones a la par de los personajes ya que es tán fácil (al menos a mi me resulta) adentrarse en este universo tan complejo e irse encariñando o admirando/odiando a los personajes y sus decisiones, sentimientos e interacciones a cada paso que dan en el trayecto de la serie; un amigo cercano me comentaba durante una charla donde salió a colación el tema, “no se trata de los zombies, se trata de los humanos que luchan por sobrevivir, su reacción ante este nuevo mundo”, ¡exacto! No puedo estar mas de acuerdo con esta apreciación, es vulgar e irritante escuchar a advenedizos decir que “The Walking Dead” es una serie de... "zombies", ¡ugh! “¡Es una historia de zombies!”, a estas alturas, ya lo tomo con una risa y no le doy mayor importancia...

Volviendo a este punto, afortunadamente no se trata solamente de “zombies, tripas y sangre”, este es tan solo un trasfondo, un paisaje y un complemento pero el núcleo de la serie es, como lo señalaba mi amigo en aquella charla, los personajes, estos sobrevivientes que son una especie de recien nacidos a este nuevo mundo, pioneros y colonizadores de la tierra muerta, algo muy, muy romántico, ver como son “arrancados” de su antigua realidad es, odio/amo repetir esta palabra, “fascinante”.

Mi objetivo es otro al escribir este texto, quiero ir un poco mas al fondo, mas profundo.

Tal como lo dice el título de este texto, surge la primer pregunta del día, “Somos...¿The Walking Dead?” No puedo evitar pensar que toda la locura que sucede en el mundo tiene ciertas similitudes con la historia que ha creado Roberto Kirkman en su comic y posteriormente, en su éxitosa serie de televisión, vean  la vida real alla afuera y la complejidad y tamaño de los problemas por los que atravezamos los seres humanos en este planeta, arroja bastantes elementos, ahi les va esta frase...”La realidad supera a la ficción”, sí.

Si es cierto que ha habido películas que han tocado el mismo tema estas se han quedado solamente en el hecho del apocalípsis y algunas con enfásis en el absurdo y en el mero gore pero que no han retratado un escenario como el que aparece en la serie, el día a día de los seres humanos, de posibles sobrevivientes, un episodio que puede servir como ejemplo y que resulta por demás interesante y que te da una idea de la magnitud de un problema de salud mundial, es el último de la primera temporada títulado "TS-19", en el mundo real existen tantas enfermedades y virus y algunos se han hecho epidemias, en la serie, un virus golpea a practicamente todo el planeta. 

En la serie, tenemos a estos grupos de sobrevivientes que lo único que buscan es tratar de adaptarse y salvar el pellejo y también estan los grupos no tan civilizados de humanos que solo estan por la rapiña y el hambre de comerse al mas pequeño ó al más débil, en el mundo real tenemos los grandes capitales y la concentración de riqueza que se mueven en solo unas cuantas manos y el resto de la población sufre hambres, carencias y exclusión. En la serie, los criminales buscan barrer con los heroes y en el mundo real los criminales eso hacen, asesinan, roban, violan, extorsionan, en fin, es un largo interminable. En la serie los personajes centrales buscan reestablecer un orden, crean nuevas reglas que les muestre un camino y tratan de estar en comunidad, por decirlo de alguna forma, aquí lo que menos importa son..."los zombies", ¡bam! un tiro ó un pinchazo a la cabeza y se termina el problema.

Las preguntas finales son, ¿quienes sobreviven al final? ¿como sobreviven? ¿con que métodos? ¿que los hace humanos ante un mundo que ya no es y que los pierde como tales? ¿Que similitudes encuentras tu entre la serie y el mundo real mi querido y metalero lector? 

Espero sus comentarios, Twitter: @long_haireddude ó Facebook.com/DahkZine 

FIN DE PARTE I